El protagonista de Harry Potter admite haber sufrido serios problemas con el alcohol. En una exclusiva entrevista con la edición británica de la revista GQ, el joven actor asegura que ha superado su dependencia, en la que cayó por las intensas presiones del mundo del espectáculo.
A sus 21 años, Daniel Radcliffe ha confesado que al cumplir la mayoría de edad se volvió adicto a las fiestas y el whisky: “Me volví dependiente del alcohol para disfrutar de todo. Pasé unos años en los que estaba enamorado de la idea de vivir el estilo de vida de una persona famosa, pero eso ya no va conmigo”.
Afortunadamente, Harry Potter asegura que consiguió superar su adicción hace casi un año y apunta que ahora prefiere pasar el tiempo junto a su novia, Olive Uniacke, antes que salir de fiesta con sus amigos y emborracharse.
“Actualmente estoy disfrutando el hecho de poder tener una relación con mi novia en la que me siento muy a gusto, mucho más que siendo una persona que acude a fiestas para tomarse un par de copas y pasar un buen rato. Hacía eso en vano. Ahora prefiero quedarme en casa leyendo o hablando con alguien que me haga reír. No tengo ninguna vergüenza en disfrutar con la vida tranquila. Y esto ha sido toda una realización para mi”, explicó Daniel.
El actor también reconoce haber sido muy afortunado, puesto que ningún paparazzi ha conseguido fotografiarle en estado de embriaguez. Además, pese a su juventud, posee una fortuna estimada en 48 millones de libras (unos 53 millones de euros) con la que no sabe “qué hacer”.
“Soy muy afortunado por tenerla y me da la oportunidad de hacer muchas cosas, pero lo principal de tener dinero es que no tienes que preocuparte por ello. Y eso para mí es genial”, terminó diciendo Radcliffe en la entrevista.
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